Cayetano Rivera se ha mantenido en un plano mediático discreto desde que, en la noche del 30 de junio, fuera detenido en Madrid. El suceso, junto a las posteriores declaraciones de su entorno y las decisiones profesionales que ha adoptado, configuran un situación compleja a la espera de su evolución en los tribunales. El caso se encuentra actualmente en una fase preliminar, pendiente de los trámites judiciales correspondientes.
Secuencia de los acontecimientos del 30 de junio
Según las informaciones que salieron a la luz en las horas posteriores al incidente, los hechos tuvieron lugar en un establecimiento de comida rápida ubicado en la calle Atocha de la capital española. Empleados del local requirieron la presencia de la Policía Nacional a raíz de un presunto altercado verbal con Cayetano Rivera.
La versión policial, difundida por diversos medios, sostiene que a su llegada, los agentes solicitaron al torero su identificación. La interacción habría concluido con su detención por una supuesta desobediencia a la autoridad. Como consecuencia, Rivera fue trasladado a dependencias policiales, donde permaneció durante la noche antes de ser puesto en libertad.
La respuesta pública y el inicio de acciones legales
Días después del arresto, Cayetano Rivera emitió dos comunicados a través de sus perfiles en redes sociales. En ellos, negaba haber participado en acto de agresión alguno contra los agentes de seguridad y expresaba su respeto hacia las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Solicitó un tratamiento informativo responsable del asunto debido al impacto que podría ocasionar en sus esferas personal e institucional.
De forma paralela, su abogado, Joaquín Moeckel, comunicó la intención de Rivera de emprender acciones legales contra los agentes que intervinieron en su detención, al considerar que esta fue irregular. El equipo legal del diestro formalizó la solicitud del atestado policial para examinar los detalles de la actuación y fundamentar su denuncia. El procedimiento se encuentra en sus etapas iniciales, a la espera de que el juzgado correspondiente tramite las diligencias.
Reacciones y declaraciones del entorno personal
El entorno familiar de Cayetano Rivera ha reaccionado de manera diversa. Su hija, Lucía Rivera, defendió públicamente el carácter de su padre, describiéndolo como una persona calmada y ajena a comportamientos agresivos.
Por su parte, Eva González, presentadora y expareja del torero, ha matizado su posición con el tiempo. En un primer momento, declinó hacer comentarios, afirmando que su dedicación se centraba en su trabajo y en el cuidado del hijo que tienen en común. No obstante, este 31 de julio, ante la insistencia de los reporteros, aclaró su postura. «Es el papá de mi hijo y claro que lo apoyo, ¿cómo no lo voy a apoyar?», declaró a la agencia Europa Press. González precisó que, si bien el asunto no le compete directamente, su respaldo a Rivera en su rol paternal es firme. Aprovechó la ocasión para desmentir informaciones sobre un supuesto ingreso hospitalario, explicando que únicamente se había sometido a un tratamiento vitamínico.
Implicaciones profesionales y situación actual
El incidente ha coincidido con la anunciada retirada paulatina de Cayetano Rivera de los ruedos, prevista para la temporada 2025. Tras el suceso de Madrid, el torero ha cancelado algunos de sus compromisos profesionales. Estaba anunciado para participar en la Feria de Santiago de Santander el pasado 26 de julio, pero finalmente no compareció, alegando una lesión sufrida durante un tentadero.
Estas últimas semanas, Rivera ha limitado sus apariciones públicas. Se le ha visto disfrutando de un periodo de descanso en Mallorca junto a sus hijos, Cayetano y Lucía. Mientras el proceso judicial sigue su curso, el diestro permanece alejado del foco mediático. El asunto aguarda los siguientes pasos del procedimiento, en el que se confrontarán la versión de los agentes de policía y la defensa del torero, que sostiene la existencia de una detención sin fundamento legal.

