Benita, personalidad mediática que inició su proceso de transición de género hace más de un año, fue filmada este martes en la estación de Atocha de Madrid mientras se desplazaba en una silla de ruedas asistida por personal de la terminal. A su llegada de un viaje a Barcelona, y ante la presencia de reporteros de la agencia Europa Press, explicó de manera somera su estado, mostrándose visiblemente emocionada hasta el punto de romper a llorar.
La situación captó la atención de los medios al no haber comunicado previamente ninguna circunstancia que requiriera el uso de una silla de ruedas. Sus declaraciones, aunque no detallaron un diagnóstico, vincularon su estado actual con el complejo proceso personal que atraviesa.
La llegada a la estación de Atocha
Al ser abordada por la prensa en la terminal, Benita se encontraba sola, un hecho que ella misma comentó al explicar que su representante no había podido acompañarla en esta ocasión. Cuando se le preguntó por el motivo por el que utilizaba la silla de ruedas, sus primeras palabras fueron: «Me han pasado muchas cosas. A mí ya me pasan muchas cosas siempre. Siempre, toda mi vida. Y me han pasado más. Pero no son malas. No son malas».
Insistió en que lo sucedido «no es ninguna tontería», pero al mismo tiempo afirmó que no se trataba de una situación de gravedad. «No es nada grave, aunque ha sido muy importante», matizó. Fue tras pronunciar estas palabras cuando su voz se quebró y no pudo contener las lágrimas. En ese instante, intentó recomponerse y dirigió un mensaje de ánimo a otras personas en situaciones similares. «Tengo que ser fuerte. Cuando me dicen: ‘Qué fuerte eres, Benita’; digo: ‘Por tantas Benitas…’. Y bueno, aquí estoy», expresó.
Añadió que se sentía «feliz de estar aquí en Madrid y de hacer todo lo que estoy haciendo». Concluyó su intervención improvisada con una reflexión: «Que ayude a la gente y que les sirva y que sepa todo el mundo que nunca es tarde, nunca es tarde, nunca».
Contexto sobre su estado físico y proceso de transición
Benita ha compartido públicamente las distintas fases de su transición, incluyendo varias intervenciones quirúrgicas a las que se ha sometido en los últimos meses. Ella misma ha hecho referencia a este cúmulo de procedimientos con el sentido del humor que la caracteriza en otras apariciones públicas. «Tengo más puntos que Chanel en Eurovisión», bromeó recientemente, aludiendo a la gran cantidad de suturas.
En colaboraciones radiofónicas, como su participación en el programa Anda Ya de LOS40, ha hablado abiertamente de las cirugías, que incluyen una operación de pecho, así como intervenciones en el cuello y el rostro. «Estoy operada de todo menos del alma», declaró en una de esas ocasiones. Según sus propias palabras, este conjunto de procedimientos forma parte integral del camino que ha decidido recorrer. «Forma todo parte de un proceso», señaló en Atocha, conectando su estado actual con esta trayectoria.
Declaraciones previas sobre la transición
La aparición en la estación se produce aproximadamente un mes después de su intervención en el programa D Corazón de Televisión Española, donde ofreció un contexto más amplio sobre la naturaleza de su transición. En aquel espacio, explicó que el proceso es mucho más profundo que los cambios físicos. «Llevo muchos pasos, pero no la he terminado. Esto no es cuestión de te metes una hormona y ya está», afirmó.
Detalló que llevaba más de un año sometida a tratamiento hormonal, una experiencia que describió con la expresión «una adolescente menopáusica», para ilustrar las alteraciones anímicas y físicas que conlleva. En esa misma conversación, desvinculó la identidad de género de las cirugías estéticas. «El pecho no te hace más mujer. Podría no habérmelo puesto y sería igual mujer», sostuvo, al tiempo que reconocía que los cambios físicos le ayudaban a sentirse más identificada consigo misma. «Me queda cambio y además cada vez lo necesito más», concluyó entonces.

