La empresaria y presentadora Arantxa de Benito ha realizado una denuncia pública a través de sus redes sociales y en una posterior intervención televisiva, en la que detalla haber sido víctima de un supuesto fraude relacionado con la adquisición de un lote de entradas para un concierto del grupo Coldplay en Londres. La operación, que afecta a un grupo de quince personas entre familiares y amigos, implicaría una suma económica de aproximadamente 6.000 euros, sin contar otros gastos derivados como billetes de avión y alojamiento, que ya habían sido abonados.
Cronología de los hechos según la denunciante
Según el relato ofrecido por Arantxa de Benito, los hechos se iniciaron hace nueve meses. En ese momento, procedió a la compra de quince localidades para el espectáculo que la banda británica tiene programado para el próximo 22 de agosto en la capital del Reino Unido. La transacción se realizó a través de una intermediaria, identificada como la hija de un directivo de una importante empresa del sector musical en España. De Benito ha explicado que esta persona se había ofrecido a su círculo para facilitar la obtención de entradas para diversos eventos.
La compra se formalizó con el pago correspondiente y la recepción de una factura que, según la denunciante, llevaba el sello de la compañía musical. La confianza en la operación se mantuvo hasta que un incidente ajeno, relacionado con la asistencia de unos conocidos a un concierto de AC/DC, levantó sus sospechas.
A raíz de esta inquietud, De Benito contactó directamente con la empresa para verificar la autenticidad de las entradas y la validez de la factura. La respuesta de la compañía, según su testimonio, fue que tanto las entradas como el documento de facturación eran falsos y que ellos no se hacían responsables de la transacción, puesto que no se había gestionado a través de sus canales de venta oficiales.
La versión de la parte señalada
Tras la denuncia pública de Arantxa de Benito en sus redes y su aparición en el programa de televisión ‘TardeAR’, el espacio contactó a la persona acusada de la supuesta estafa para obtener su versión de los acontecimientos. La joven, de 21 años, admitió que «ha habido un lío con las entradas» y atribuyó la situación a un exceso de confianza por su parte.
En sus declaraciones, la intermediaria argumentó que existieron complicaciones en la gestión, mencionando supuestas indefiniciones por parte de la compradora en cuanto al número de entradas y demoras en los pagos. Sostuvo que ella gestionó las localidades y que estas están en posesión de Arantxa de Benito, negando que sean falsas. Asimismo, afirmó que está recibiendo amenazas por parte del entorno de la empresaria y que ha procedido a interponer una denuncia por estos hechos.
Posibles acciones legales y contexto
Arantxa de Benito ha comunicado que el asunto ya se encuentra en manos de sus abogados y que su intención es encontrar una solución antes de la fecha del concierto. De no ser posible, ha indicado que recurrirá a las vías legales pertinentes para resolver la situación. El caso podría derivar en un proceso judicial por un presunto delito de estafa, en el que se tendrían que examinar las pruebas presentadas por ambas partes.
La fase de instrucción, si se iniciara un procedimiento, sería la etapa destinada a investigar los hechos, recabar documentos, como las transferencias bancarias y la supuesta factura, y tomar declaración a los implicados y posibles testigos. La contraposición de versiones, con una parte que alega un engaño con documentación falsificada y otra que niega las acusaciones y denuncia amenazas, conforma el núcleo del conflicto. La empresa musical vinculada indirectamente al caso ya ha fijado su posición al desmarcarse de la venta, lo que subraya la recomendación general de utilizar siempre los canales oficiales para la adquisición de entradas a eventos de gran afluencia.
