Durante casi dos décadas, el nombre de Pablo Chiapella ha estado indisolublemente ligado al de Amador Rivas, uno de los personajes más reconocibles de la televisión española reciente. Mientras la influencia de su creación en ‘La que se avecina’ continúa expandiéndose, incluso a través de adaptaciones internacionales, el actor albaceteño ha iniciado un notable proceso para mostrar al público otras facetas de su carrera profesional, un esfuerzo por definir su identidad más allá de la arrolladora popularidad del «Capitán Salami».

    La búsqueda de una identidad profesional propia

    En declaraciones recientes, Pablo Chiapella ha expuesto su interés por explorar nuevos registros fuera de la comedia interpretativa que le ha definido durante tantos años. Su actual rol como presentador del programa ‘Algo que declarar’ en RTVE es el principal exponente de esta nueva etapa. «Me interesa este formato también para mostrar otra cara y para que la gente vea que Amador no existe», afirmó el actor. Esta declaración subraya su objetivo de disociar su persona del personaje que, según sus propias palabras, es «una parodia» y no una extensión directa de su personalidad.

    Consciente de que una parte significativa de la audiencia le identifica casi exclusivamente con el vecino de Mirador de Montepinar, Chiapella asume su nuevo proyecto como una oportunidad para su desarrollo personal y profesional. «Lo vi como una oportunidad para encontrar otro lugar en mí, para descubrirme a mí mismo y para ponerme otra meta», confesó. Este movimiento no es repentino, sino que sigue una trayectoria que ya exploró en formatos como ‘El paisano’, donde comenzó a presentarse ante el público sin el amparo de un guion de ficción. Su meta es clara: demostrar su versatilidad como intérprete y comunicador, más allá del papel que le otorgó una notoriedad masiva.

    El peso y la vigencia de un icono televisivo

    La tarea de Chiapella adquiere una dimensión mayor si se considera la persistente vigencia de Amador Rivas. El personaje no solo sigue siendo fundamental en las nuevas temporadas de ‘La que se avecina’, sino que su arquetipo ha trascendido fronteras. Un ejemplo de ello es la adaptación portuguesa de la serie, ‘Vizinhos para sempre’, que se estrenará el 22 de agosto. En ella, el actor Diogo Valsassina interpretará a Joao, el homólogo luso de Amador. La existencia de este «otro Amador» demuestra que el personaje se ha convertido en un activo mediático por derecho propio, un modelo de comedia exportable.

    Asimismo, el impacto del personaje en el imaginario colectivo español permanece intacto. Escenas específicas, como aquella en la que Rivas es despedido y reemplazado por una planta, siguen siendo objeto de referencia y conversación popular. La pervivencia de estas tramas en el diálogo social es una muestra de la profundidad con la que el personaje ha calado en la audiencia, lo que representa un desafío considerable para el actor que busca presentarse bajo una nueva luz.

    Un equilibrio entre el personaje y el actor

    Pablo Chiapella afronta un complejo ejercicio de equilibrio. Por un lado, continúa dando vida al personaje que ha marcado su carrera y que es apreciado por millones de espectadores. Por otro, construye de manera paralela una identidad pública diferenciada, donde el protagonista es Pablo, no Amador. Este camino no implica un rechazo a su pasado profesional, sino una evolución lógica para un actor con una larga trayectoria por delante. Mientras el universo de ‘La que se avecina’ sigue creciendo y consolidando el legado de sus figuras, el hombre que dio vida a su personaje más emblemático emprende un viaje personal para redefinir su propia imagen ante el gran público.

    Periodista en Teleolesa, Diario Claro y Periodisme.cat.