La modelo sevillana Jessica Bueno ha sido confirmada como la primera concursante oficial de ‘Supervivientes All Stars’, la edición especial del conocido formato de telerrealidad que reunirá a participantes de temporadas anteriores. Su regreso al programa se produce catorce años después de su primera participación, una edición que tuvo una notable repercusión en su trayectoria personal al ser el escenario donde conoció a Kiko Rivera, con quien posteriormente tuvo a su primer hijo.
La noticia de su incorporación ha reactivado el interés sobre las dinámicas personales y familiares que rodean a la modelo, particularmente su vínculo con la familia Pantoja y la reacción de su exmarido, Jota Peleteiro, ante su nueva aventura televisiva.
Un retorno a los Cayos catorce años después
En el año 2011, la participación de Jessica Bueno en ‘Supervivientes’ la situó en el foco de la crónica social. Durante su estancia en Honduras, inició una relación con Kiko Rivera que se prolongó durante aproximadamente dos años. Fruto de esa unión nació su hijo mayor, lo que estableció un lazo familiar permanente con el clan Pantoja.
Ahora, con 34 años, Bueno afronta de nuevo el desafío de la supervivencia. En su vídeo de presentación, ha declarado que vuelve «con muchísimas ganas, muchísimo más madura, más fuerte» y con la intención de demostrarse a sí misma que es «capaz de todo». Ha enmarcado esta decisión como un acto motivado por el deseo de superación personal y como un ejemplo para sus tres hijos.
La hipotética coincidencia con Isabel Pantoja
La condición de Isabel Pantoja como exparticipante de ‘Supervivientes’ alimenta las especulaciones sobre una posible, aunque remota, coincidencia en la edición ‘All Stars’. Durante una intervención en el programa ‘De Viernes’, donde colabora, se le planteó a Jessica Bueno un escenario de elección entre varios posibles compañeros de concurso.
Ante la disyuntiva de compartir la experiencia con María Jesús Ruiz o con Rosa Benito, optó por esta última, aludiendo a que ya había convivido con ella. Del mismo modo, entre Ángel Cristo Jr. y Álvaro Muñoz Escassi, se decantó por el segundo, al que describió como una persona de su agrado y competente en las pruebas físicas. Su preferencia entre Sonia Monroy y Nacho Palau fue para este último.
La pregunta que acaparó mayor atención fue la elección entre Isabel Pantoja y el cantante Omar Montes, quien también mantuvo una relación con un miembro de la familia, Isa Pantoja. La respuesta de Bueno fue directa: «Omar Montes». Tras su afirmación, sonrió sin añadir comentarios adicionales sobre la que fue su suegra. Esta elección ha sido interpretada en diversos medios como una indicación de su preferencia por no compartir la experiencia con Pantoja.
Reacciones en el entorno familiar
La confirmación de su participación ha provocado reacciones en su círculo más cercano. Según informó el periodista Antonio Rossi en el programa ‘Vamos a ver’, el exfutbolista Jota Peleteiro, padre de los dos hijos menores de la modelo, recibió la noticia con sorpresa, enterándose al mismo tiempo que el público general.
El colaborador televisivo detalló que Peleteiro, cuya residencia alterna entre Bilbao y Abu Dabi, afronta ahora la necesidad de reorganizar sus planes con menor antelación para poder ocuparse de los menores durante la ausencia de su madre. Rossi añadió que el exfutbolista desearía ejercer su derecho a estar con sus hijos en lugar de que queden al cuidado de los abuelos.
En el mismo plató, la colaboradora Marta López ofreció un contrapunto a esta situación, al recordar que los contratos de este tipo de programas suelen incluir cláusulas de confidencialidad estrictas que impiden a los concursantes comunicar su participación hasta que la cadena lo haga oficial.
Motivaciones y preparativos para la competición
A pocas semanas de viajar a Honduras, Jessica Bueno compartió una carta abierta en sus redes sociales para explicar sus motivaciones. En ella describe la aventura como un «enorme desafío personal» y afirma que, detrás de su imagen, «hay una mujer que se ha levantado muchas veces, volviéndose más luchadora y segura». Su objetivo, según sus propias palabras, es superarse con respecto a su participación anterior y «vivir la supervivencia más pura y salvaje».
Mientras llega la fecha de inicio del concurso, prevista para septiembre, la modelo compagina sus compromisos profesionales con la preparación física y los momentos familiares, consciente de las extremas condiciones que deberá afrontar en los Cayos Cochinos. Su participación abre un periodo de expectación sobre su desempeño y las interacciones que mantendrá con el resto de concursantes, cuyos nombres se irán desvelando progresivamente.
